Entre más atención te prestes a ti mismo, a tu familia y a tus bienes, más dificil será para el delincuente causarte daño:
- Asegúrate que las puertas y ventanas de acceso a tu casa queden perfectamente cerradas.
- Instala una mirilla y luz externa suficiente para ver quién toca.
- Patios y traspatios son los accesos más ocultos a la vista de todos y, por lo tanto, son zonas especialmente desprotegidas y con un riesgo mínimo para los delincuentes. No dejes fuera de casa escaleras de mano o cualquier herramienta que pueda servir para entrar.
- Si perdiste tus llaves, aunque sea por un tiempo, cambia las cerraduras. No lo dudes. Lo mismo si ocupas una vivienda por primera vez.
- No permitas la entrada a personas extrañas que no se identifiquen.
- Indica a las personas que habitan en tu casa, que si no están seguros de la identidad de las personas que tocan, no abran la puerta.
- Si observas a una persona o vehículo sospechoso rondando por tu casa o la de tu vecino, repórtalo a la policía.
- No informes a desconocidos sobre tus actividades, las de tu familia o las de tus vecinos.
- Mantén limpio tu buzón, exceso de correo en él delata tu ausencia: pídele a algún vecino de confianza que lo retire con frecuencia.
- Conserva a mano un directorio que contenga los números de teléfono de las instituciones que puedan intervenir en caso de emergencia, siniestros y delitos.
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