jueves, 21 de octubre de 2010

Prevención contra Incendios: el peligro de los gases tóxicos




Todos los años, centenares de personas pierden la vida por siniestros provocados por el fuego. Haciendo un análisis, se ha encontrado que un buen número de estas víctimas sucumben por los efectos del humo y gases. La tolerancia humana para estos productos de combustión es verdaderamente baja.

Lo anterior fundamente la importancia de conocer las bases primarias relacionadas a la intoxicación por la emanación de humo y gases generados por la combustión.

Son resultados de la combustión:

GASES: De acuerdo con la composición del material combustible, los gases pueden ser tóxicos y en ocasiones son prácticamente transparentes además de no poderse filtrar física y mecánicamente. En estos casos debe evitarse su inhalación, y recordar que la mayor parte de los decesos debidos a un incendio se producen a consecuencia de respirar los gases.

HUMO: Se forma con una mezcla de oxígeno, aire, nitrógeno, bióxido de carbono, monóxido de carbono, partículas finas de carbón y una serie de productos sólidos liberados por el material en combustión. Se produce sobre todo debido a una combustión incompleta y su color depende de los materiales que se estén quemando, del calor y del oxígeno presentes.

* Si su color es blanco o gris, indica que arde libre y bien oxigenado y que puede ser irritante.
* Si su color es negro o gris oscuro, indica la presencia de mucho calor, poco oxígeno y alta toxicidad.
* Si presenta varios colores es de esperarse la presencia de gases venenosos.

Una vez declarado el incendio, el fuego descontrolado se puede propagar de la siguiente manera:

Cuando ocurre el incendio de un edificio o estructura, siempre está presente el riego de que el fuego avance y llegue a otras áreas o pisos, incluso a otros edificios cercanos. El mecanismo por el cual se extiende un incendio es conocido como PROPAGACIÓN DEL FUEGO y se conocen tres formas: CONDUCCIÓN, RADIACIÓN Y CONVECCIÓN.

RADIACIÓN: Una de las causas más comunes de la propagación de un incendio es la radiación del calor. Esto ocurre sobre todo en áreas urbanas, donde dada la cercanía de otras construcciones al siniestro y a la generación de grandes cantidades de calor, se origina la ignición de las construcciones vecinas.

CONDUCCIÓN: La propagación del fuego ocurre a través de tuberías y estructuras metálicas que pueden conducir el calor suficiente para prender el material combustible con el que hace contacto en otras áreas. Este mecanismo no se detiene aún cuando existan muros de concreto de hasta 30 centímetros de espesor.

CONVECCIÓN: Es este caso el fuego genera su propia corriente de aire sobrecalentado, que se desplaza a través del edificio o estructura a través de cualquier orificio. La temperatura que puede alcanzar el aire sobrecalentado puede incendiar los materiales combustibles que encuentre a su paso.

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